viernes, 1 de junio de 2012

La música y la danza en el Anitguo Egipto

En todas las fiestas egipcias, desde los tiempos más remotos, la música y la danza, eran imprescindibles. Era una forma natural de expresar la alegria y, en las ceremonias religiosas, agradecian con ello a los dioses su protección.

- MÚSICA-

Los egipcios de la alta sociedad, tenian por costrumbreir acompañados de cantantes o músicos. A partir de las primeras dinastías, un quirónomo, que sustituía al metrónomo y el director de orquesta, conducia las pequeñas formaciones musicales Los egipcios inventaron incluso, flautas dobles. Antes de la aparición del dios griego Pan, que toca habitualmente la flauta doble, ya dominaban el uso del caramillo de cinco agujeros que les permitia crear una música sencilla que desconocemos. Aprendieron muy pronto a mejorar los instrumentos de cuerda y percusión.
Han sido hallados tambores del III Milenio a.C. Este instrumento, también inventado por ellos, los elaboraban con maderas y pieles. Apreciaban tanto este instrumento que fabricaban ejemplares de todos los tamaños. También se convirtieron en instrumentos indispensables durante los banquetes del Imperio Nuevo.
También se utilizaron crótalos y castañuelas hechas de marfil o hueso, también invención egipcia, poseía antaño una connotación supersticiosa, ya que el hecho de golpear las castañuelas unas conta otras, permitia ahuyentar a los espíritus malignos.


*Si se desea más información referente a los instrumentos músicales egipcios puede hacer click en el siguiente enlace:
http://dl.dropbox.com/u/24010192/Instrumentos%20egipcios%20a%20trav%C3%A9s%20de%20la%20historia.pdf

- DANZA -

A menudo, las bailarinas, con el cabello trenzado, elevan sus brazos en los relieves, figurando en sus manos crótalos y castañuelas, sobre todo en los Reinos Antiguo y Medio, a veces marcada la cadencia por las palmas que tocan tres o cuatro personas. Se formaban escenas de baile o danzas creando "escenas vivientes" como las figuras en el hipogeo del monarca Khnumhotep III, en Beni Hassan, en las que las figuras o cuadros ("El viento", "La victoria sobre los enemigos") están representadas por un grupo de tres jóvenes, solamente vestidas con un corto paño de hombre, peinadas con la cabellera levantada haciendo la forma de la corona blanca del Alto Egipto. Durante el Reino Nuevo, las danzarinas, van vestidas con paños transparentes o un estrecho cinturón enrollado alrededor de las caderas.



Durante los paseos o partidas de pesca, las personas importantes se llevaban con ellas algunas bailarinas o deportistas para que les entretuvieran. Dos jóvenes luchadores ofrecían en ocasiones, espectáculos improvisados.
Al contemplar las coreografias de las bailarinas, uno se daba cuenta de que los egipcios conocían la danza de "puntillas" y que habian inventado el cuerpo de baile con una bailarina estrella. Las coreografias destinadas a altos funcionarios durante un paseo eran mucho más sencillas en comparación con las que representaban delante de un banquete oficial o una festividad, y prestaban mucha atención al ritmo, la armonia y la estética.
El anfitrión o quirinomo garantizaba que las reglas artísticas fueran respetadas, tanto en música como en danza.
A lo largo de los siglos, el baile se perfeccionó y las formaciones musicales adquirieron más importancia.
Paralelamente a un estilo de vida más refinado, esta nueva situación se refleja también en las danzas, que aparecen más sofisticadas en los cargos oficiales como cantores o directores de coros, figuran a menudo en las inscripciones, y es de destacar la existencia de cantores y músicos ciegos como los que vemos representados tocando el arpa y las palmas en la escena de la cámara B de la tumba nº4, correspondiente al flabelífero Gran Sacerdote del Disco Solar Meryre, en la necrópolis norte de el-Amarna.

Un aspecto muy importante correspondia a las danzas religiosas en las que el sonido mágico del sistro se utilizaba para despertar las fuerzas dormidas de la naturaleza, activando los principios vitales de la regeneración. En este sentido deben entenderse los ritos escenificados en el templo de Dendera, con ocasión de la muerte y resurrección de Osiris, y en las fiestas de Hathor, diosa de la alegria y el amor, donde el sistro se representa en las manos de los asistentes.


La potenciación de estos principios activos de la naturaleza, capaces de originar la Vida por medio del sonido, con el "sonido mágico", son comunes a todas las religiones antiguas y están casadas en la magia del sonido, en realidad la capacidad de las ondas sónicas de activar mediante vibración, los principios que originan la Vida, tal como expresa en la afirmación misma del Antiguo Testamento hebreo y en los relatos cosmogónicos de Egipto de la creación del mundo por medio de la palabra (y su sonido mágico) de Yahvé y Thot.